On Tuesday, June 15th the Richmond City Council voted to support the Reimagine Public Safety Task Force’s recommendations to increase public safety by:
- Creating 500 youth jobs in the Youth Works program
- Adding 8 additional peacemakers to prevent gun violence through the Office of Neighborhood Safety
- Funding a program where unhoused residents can gain job skills while improving conditions in their own communities and
- Starting a mental health crisis team to respond to some calls now taken by police
For more detail on the Task Force proposals, check out this video of presentation from my Cafecito Con Claudia on May 15. We are one step closer to making all of this a reality, which will be a huge achievement. These programs will make Richmond safer for everyone.
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El martes 15 de junio, el Concejo Municipal de Richmond votó a favor de apoyar las recomendaciones del Grupo de Trabajo Reimaginar la Seguridad Pública para aumentar la seguridad pública al:
- Crear 500 puestos de trabajo para jóvenes en el programa Youth Works
- Añadir 8 pacificadores adicionales para prevenir la violencia armada a través de la Oficina de Seguridad Vecinal
- Financiar un programa donde los residentes sin vivienda puedan adquirir habilidades laborales mientras mejoran las condiciones en sus propias comunidades y
- Iniciar un equipo de crisis de salud mental para responder a algunas llamadas que ahora recibe la policía
Para más información sobre las propuestas del grupo de trabajo, mire este video de presentación de mi Cafecito Con Claudia en 5 de Junio. Estamos un paso más cerca de hacer realidad todo esto, lo que será un gran logro. Estos programas harán que Richmond sea más seguro para todos.
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There seemed to be consensus among Richmond residents that these new programs are necessary, but how to fund them was controversial. Much of the contention arose from a persistent rumor that police officers would have to be laid off so that we could afford the new programs. This was never the case. On Tuesday I joined the majority vote to support a budget plan where the police department won’t experience any layoffs at all. Instead, these new programs can be funded by eliminating long-time vacant positions in the police department, as well as spending $1.3 million from our FY 2020-21 budget surplus, $450K from housing in-lieu fees, and $1.6 million in savings from a FY2021-22 reduction in vehicle purchases.
Some say reducing the police budget in any way -- even if it is trimming excess in the form of vacant positions in order to invest in jobs, mental health teams, youth programs, and services for people without housing -- will make Richmond less safe. This group, which includes the mayor and his sons, tends to be very vocal on social media, and they are not shy about using fear tactics to try to convince people that every city dollar has to go to the police force or else...
But in recent weeks I’ve heard from many more people who believe that police may be one part of creating public safety, but they are definitely not the only part. That is the idea that has been guiding my votes. You can look at Richmond’s own history for evidence to back up the truth of this statement.
City spending on the Richmond police was at a 30 year high in the year 2010. It had increased on average $1 million per year since the early 1980s. Richmond, like many urban cities, had fallen into a pattern of giving the majority of city funds to police, and then relying on police to respond to a range of situations that they were never the appropriate service for -- including mental health crises in which no weapons are involved. This is what is meant by overreliance on policing -- we live with the legacy of it today.
The city started reining in spending on the police in 2010, and investing more in preventive and proactive approaches.There have been investments in summer jobs for youth, empowering youth programs, reentry services for those returning from incarceration, gun violence prevention programs, more performing arts and music, a community approach to policing, and more. All of it together created more opportunities for economic stability, healing, and healthy living, and THAT is what makes a community safe.
Since that shift in spending started in 2010, the rates of homicides and assaults have come down and stayed down. What Richmond has been doing is working.
So Richmond must continue to fund employment, mental health, and youth programs not only because it is the right thing to do, but because it works. This year we will monitor and evaluate both the police department and the new safety programs to see how they do. We will make continual adjustments to improve our public safety services.
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Lo que es seguro es el consenso entre los residentes de Richmond de que estos nuevos programas son necesarios, pero la manera de cómo financiarlos fue controvertido. Gran parte de la controversia surgió de un rumor persistente de que habría que despedir a los agentes de policía para que pudiéramos pagar los nuevos programas. Este nunca fue el caso. El martes me uní al voto de la mayoría para apoyar un plan presupuestario en el que el departamento de policía no experimentará ningún despido este año. En cambio, estos nuevos programas se pueden financiar eliminando puestos vacantes que han estado vacías durante mucho tiempo en el departamento de policía, así como tomando $1.3 millones de nuestro superávit presupuestario para el año fiscal 2020-21, $450K de un impuesto a desarrolladores para vivienda y $1.6 millones en ahorros de una reducción del año fiscal 2021-22 en la compra de vehículos.
Algunos dicen que reducir el presupuesto de la policía de cualquier manera, incluso si está recortando solo puestos vacantes para invertir en trabajos, equipos de salud mental, programas para jóvenes y servicios para personas sin vivienda, hará que Richmond sea menos seguro. Este grupo, que incluye al alcalde y sus hijos, tiende a gastar mucho tiempo en las redes sociales, y no se avergüenza de usar tácticas de miedo para tratar de convencer a la gente de que cada dólar de la ciudad tiene que ir a la policía o porque no hay otra manera de garantizar seguridad pública.
Pero en las últimas semanas he escuchado de muchas más personas que creen que la policía puede ser una parte de la creación de seguridad pública, pero definitivamente no es la única parte. Esa es la idea que ha estado guiando mis votos. Puede consultar la propia historia de Richmond en busca de pruebas que respalden la veracidad de esta afirmación.
El gasto de la ciudad en la policía de Richmond alcanzó un máximo de 30 años en el año 2010. Había aumentado en promedio $1 millón por año desde principios de la década de 1980. Richmond, como muchas ciudades urbanas, había caído en un patrón de entregar la mayoría de los fondos de la ciudad a la policía y luego depender de la policía para responder a una variedad de situaciones para las que nunca fueron el servicio apropiado, incluidas las crisis de salud mental en las que no hay armas involucradas. Esto es lo que se entiende por dependencia excesiva de la vigilancia: hoy vivimos con ese legado.
La ciudad comenzó a controlar el gasto en la policía en 2010 e invertir más en enfoques preventivos y proactivos. Ha habido inversiones en trabajos de verano para jóvenes, programas de empoderamiento para jóvenes, servicios de reingreso para quienes regresan de la cárcel, programas de prevención de violencia con armas de fuego, artes y música, un enfoque comunitario de la policía y más. Todo ello en conjunto creó más oportunidades para la estabilidad económica, la curación y una vida saludable, y ESO es lo que hace que una comunidad sea segura.
Desde que comenzó ese cambio en el gasto en 2010, las tasas de homicidios y agresiones han bajado y se han mantenido bajas. Lo que ha estado haciendo Richmond está funcionando.
Así que Richmond debe continuar financiando programas de empleo, salud mental y jóvenes, no solo porque es lo correcto, sino porque funciona. Este año supervisaremos y evaluaremos tanto el departamento de policía como los nuevos programas de seguridad para ver cómo les va. Haremos ajustes continuos para mejorar nuestros servicios de seguridad pública.